New paradigma 2

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Se ha diseminado mucho material indicando que el rescate y la reforma la proporcionarán unos ‎seres extraterrestres, y que lo único que tiene que hacer la humanidad es sentarse a meditar y ‎esperar tranquilamente hasta que se den los procesos mágicos que lo vayan a trasformar todo. ‎Sería sabio no contar con ello. Hay un dicho que reza: “Dios ayuda a los que se ayudan a sí ‎mismos”. Esta es una verdad para colocar en una docena de sitios, para recordaros que tenéis ‎que dejar ir la conciencia del “soy una víctima que necesita ser rescatada”. Seréis ayudados, pero ‎la víctima no será rescatada. La conciencia de víctima vibra por debajo de los niveles necesarios ‎para poder entrar en las dimensiones más elevadas. El dejar la conciencia de víctima es una ‎decisión personal. No es un proceso fácil. Si rescatas, te conviertes en víctima del rescatado. El ‎compadecerse de aquellos que están encerrados en la conciencia de víctima apoya su victimismo ‎y te ata a ellos. El discernimiento te permite reconocer la situación, y en ese punto debes tomar ‎conciencia de que esta situación es el resultado de su propia creación, debido a la creencia de ‎que otros controlan sus elecciones. Esto no quiere decir que debas ignorar su sufrimiento, pero sí ‎determina que no puedes hacer por ellos lo que ellos no están dispuestos a hacer por sí mismos. ‎No existe, por regla general, una manera de proporcionarles sabia asistencia. Su grave situación ‎es el resultado de las decisiones personales que han tomado, y de las actitudes que han influido ‎en esas decisiones. Recuerda: son seres humanos llegando a Ser, o no, por sus propias decisiones. ‎Enséñales la oración, y recuérdaselo en medio de sus “minidramas”, y sugiéreles, con tacto, ‎otros puntos de vista, a medida que seas consciente de ellos. Con la puesta en práctica de la ‎oración “Llegando a Ser” les abundarán las oportunidades. El punto crítico, a la hora de dar el ‎siguiente paso en el proceso de trascendencia, es la aceptación de la habilidad personal para ‎salirse de la conciencia de víctima, y aceptar la responsabilidad para usar las Leyes Universales y ‎para hacerse cargo de su experiencia manifiesta. Esto no quiere decir que cada uno deba ‎convertirse en millonario para demostrar que lo ha logrado. En verdad, muchos encontrarán que ‎la abundancia se mide por los sentimientos internos de autoaprobación y confianza, que evitan la ‎necesidad de impresionar a los demás con demostraciones materialistas para agrandar el ego. Lo ‎que haces contigo mismo, y con los otros, es más importante que lo que tienes. Cuando todo ‎esto se ha logrado, todo lo que se necesita es atraído sin esfuerzo, ya que cada uno se halla ‎envuelto dentro del flujo expansivo de la creación. El “Llegar a Ser” es la meta de todo. Cómo se ‎logra esto se experimenta de forma única gracias al libre albedrío. Hay ayuda disponible. La ‎petición debe ser de ayuda, no de rescate o de colgarse tras el logro de otro. Cada uno debe ‎saber que lo suyo es